En la frontera

Mis colaboraciones en Frontera Digital siguen vivas, así que este libro también. El volumen reúne mis publicaciones en esta revista, decana de la internet española, desde julio de 2013 hasta hoy. Los textos son algo más extensos de lo que es habitual en mí y muestran una mayor “erudición dulce”, a caballo entre lo filológico y lo filosófico

Bellísima acuarela de William Rusell Flint

William Rusell Flint

William Russell Flint was a Scottish illustrator and artist. Although he worked in all manners of media, he remains best known for his watercolors and his many depictions of the female body in muted, ochre hues, infusing his images with a studied sense of realism and a subdued hint of eroticism. Born on April 4, 1880 in Edinburgh, Scotland, his father was a lithographer who taught the young Flint from an early age. After graduating from the Royal Institute of Art in Edinburgh in 1900, he worked as a part-time medical and fiction illustrator. Flint went on to create many artworks for the publication The Illustrated London News, and also provided illustrations for editions of books such as The Cantebury Tales. His work is found in numerous private and public collections, including the Victoria and Albert Museum in London, the Whitworth Art Gallery in Manchester, and the Walker Art Gallery in Liverpool. Flint died in London, England on December 30, 1969 at the age of 89, a celebrated and successful artist with many collectors.

Beckett más allá de “Esperando a Godot”…

Escrita en 1980 bajo el título “Square”, esta primera de las piezas televisivas minimalistas y experimentales que Beckett realizó para la Süddeutscher Rundfunk en la década de 1980 opera con el juego en serie de un patrón de movimiento de cuatro actores, que también permite cuatro solos, seis dúos y cuatro tríos. Reconocibles e irreconocibles al mismo tiempo gracias a capuchas de colores, interpretan un implacable drama de circuito cerrado: una vez que han entrado en la plaza, están condenados a recorrer monótona y sincrónicamente los seis escalones de cada una de las líneas longitudinales y diagonales de la plaza, acompañados en parte por diversos ritmos de tambor. La precisión matemática y la coreografía son posibles gracias a una sincronización exacta. La variación de la coreografía se limita al número de actores y a las constelaciones de colores cambiantes resultantes. El centro del cuadrado, marcado con un punto, siempre se circunvala por la izquierda. Los pies dejan vagas huellas en las diagonales del cuadrado blanco en el transcurso de la producción. En el contexto de sus últimas piezas televisivas, “Quadrat” (versión I) es la más dramática, a pesar de toda su reducción. Beckett también rodó una variante en blanco y negro (Versión II) con cuatro figuras idénticas vestidas de blanco al compás de un metrónomo.

Por un comunismo de la atención

Poco a poco -tal como pasó con los cuidados- se va formando un interesante corpus teórico en torno al concepto de la atención: captarla, desarrollarla, perderla… Reflexiones, como esta de Amador Fernández Savater, que aspiran a convertirla en una actitud y actividad revolucionarias, válida para la vida cotidiana, para la subjetividad tanto como para la lucha ecológica y política.

Entre lo íntimo y lo colectivo, entre lo social y lo político, entre lo psíquico y lo ecológico, hoy aparece la línea transversal de la atención. La atención como práctica y como demanda, como nuevo bien común

Por Amador Fernández-Savater
Por un comunismo de la atención

Imagen/foto

¿Hay alguna relación entre las crisis de pánico o ansiedad (esa epidemia del presente) y las movilizaciones ecologistas por la sublevación de la tierra? ¿Tienen algo en común los problemas de la escuela y las luchas de los trabajadores sanitarios por toda España? Aventuremos un poco.  

Primero, la sensación de desbordamiento como malestar de época. Cuerpos que se disparan, tienen dificultad para respirar y se sienten morir. Lugares cotidianos de trabajo desposeídos de tiempo y recursos para hacer frente a la multiplicación de demandas. Atravesamiento de los límites físicos y biológicos de la tierra. Desborde, en definitiva, de los cuerpos y de los tiempos, de los centros de salud y de las escuelas, del planeta mismo.

Segundo, la atención como clave de las luchas colectivas. Los sanitarios pelean por contextos laborales adecuados para escuchar a cada uno de los pacientes y no tener que despacharlos con rapidez. Los movimientos ecologistas señalan lo que desde arriba no quiere verse: los daños de la emergencia climática y la necesidad de un cambio radical de paradigma. Los feminismos ponen el cuidado de la vida en el centro de la acción y de la agenda política.

Los comerciantes de la atención

Adolf Hitler se convirtió en un brillante orador igual que comienzan la mayoría de las bandas de rock de éxito: actuando en garitos. Empezó ante unas pocas decenas de parroquianos dispersos en las cervecerías de Múnich y en poco tiempo llegó a congregar a miles de devotos enfervorecidos. Hitler había conseguido algo que entonces solo se intuía –y que hoy se ha convertido en uno de los bienes más cotizados–: captar la atención. El resto de la historia y sus consecuencias son de sobra conocidas.

La economía de la atención

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El 25 de abril en Italia

El 25 de abril de 1945, el Comité de Liberación Nacional (CLN) hizo un llamamiento a la insurrección general en todo el norte del país para acabar de derrotar al nazi-fascismo, mientras las tropas aliadas se aproximaban a Milán después de haber entrado en Roma. La insurrección triunfó y los grupos partisanos tomaron el control de buena parte del territorio que la Alemania nazi había convertido en estado-tapón con el nombre de República Social Italiana, más conocida como la República de Salò, pequeña localidad situada a orillas del lago de Garda. Al cabo de unos meses, con la firma del regente Humberto II de Saboya (aún no se había celebrado el referéndum sobre la continuidad de la monarquía), el 25 de Abril fue proclamado fiesta nacional.

25 de abril en Portugal: la Revolución de los Claveles

El 25 de Abril es probablemente la fecha más importante en el calendario portugués, solo comparable a la Navidad, Fin de Año y San Antonio. Las calles se llenan de actos, conciertos, manifestaciones y fiestas populares. Cada barrio, pueblo y ciudad tiene sus celebraciones, ¿pero qué se celebra? ¿Por qué el 25 de Abril es tan importante en Portugal?

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Photo by Edward Howell (Unsplash)

Ese día el pueblo y el ejército salieron a la calle para poner fin a más de 40 años ininterrumpidos de represión, censura y dictadura parapetada tras un telón de religión, unidad nacional colonial y un patriotismo vacío de contenidos. La farsa del Estado Novo llegaba a su fin.

25 DE ABRIL EN PORTUGAL – LA REVOLUCIÓN DE LOS CLAVELES

La pintura de Guy Demun

Guy Demun se interesa por la pintura desde su infancia. Ingresó en las Bellas Artes de Toulouse en 1956. Allí brilló mucho e, impregnado de esta enseñanza, siguió trabajando para olvidar lo aprendido y encontrar su propio camino. Se abre para él un periodo de viajes por Europa y, en particular, por Italia y Alemania, con estudios notables en la Pinacoteca de Múnich sobre los pintores del siglo XV que admiraba…

Sus primeras exposiciones, entre 1962 y 1969, tuvieron lugar principalmente en Francia, en provincias y en París, donde participó varias veces en el Salón de Otoño.
A principios de los años setenta conoce a una gran marchante, Marthe Pérignon, que le dio confianza y apoyo, y le situó entre los grandes (Bernard Buffet, Frantz Priking…).
Guy Demun, tras casarse en 1959, se instala con su mujer y sus tres hijos (Eric, Nicolas y Eve) en la región del Var, en Tanneron, cerca de Cannes.
Venderá y venderá muy bien sus cuadros y no dejará de aumentar el número de sus fieles coleccionistas y aficionados franceses y extranjeros.

Tomado del blog de arte de Cristina Faleroni