De otra manera

En las familias no nucleares como las de hoy (cinco hermanos, ampliables a menudo con primos, tíos y abuelos), a los que había que sumar los vecinos, la educación de un niño, en esas condiciones, y en ciudades de escala humana en las que aún era posible jugar en calles y plazas sin peligro, la educación -decía- era cosa de todos, la crianza y el cuidado eran una tarea común y compartida.

Mis vecinos preferidos era una pareja de origen campesino. Con él intentaba aprender el imposible arte de usar la navaja como único cubierto, incluido el malabarismo de comer sopa con ella. Con ella, que rezaba apuradísima a Santa Bárbara cuando había tormenta, compartía las radionovelas interminables de la tarde, soñando historias de amor y desamor con la magia única de las palabros.

Cada hermano elegía sus casas o parientes favoritos, librándonos, así, de chocar como bolas de billar con papá, mamá y el perro, como ocurre hoy en los angostos pisos de las ciudades y sus reyes absolutos: los coches, los macarras, los policías y los turistas…

Visitas: 54

Tiempo convertido en espacio

La fotografía es tiempo convertido en espacio. En realidad, lo son todas las artes visuales, incluido el cine. Tenemos la impresión de que Scarlett toma un café, pero nunca llegará a tomarlo porque ha desaparecido el tiempo y con él la vida y la realidad. Esa es la demiurgia y la impotencia del arte…

Visitas: 47